miércoles, 30 de abril de 2014

HISPANIC SOCIETY OF AMÉRICA


Alberto Casas.



La Hispanic Society of América es uno de los museos más importantes del mundo, especialmente en la parte dedicada al arte español en sus variadas facetas, desde la más remota antigüedad hasta los tiempos actuales. Esta institución es la culminación de un proyecto que desde su más temprana edad bullía en la mente y sentimientos de su creador y fundador, Archer Milton Huntington, que desde niño cuenta con el apoyo total de su madre, Arabella Duval, que asume como propia la vocación de su hijo. Le hace aprender el griego y el latín clásicos, además de otros idiomas como el francés, el árabe y el español. En sus viajes a Europa, visitas obligadas  las constituyen los museos, la National Gallery de Londres, el Louvre de Paris, sin contar el exhaustivo conocimiento que tiene del Metropolitan Museum de su ciudad natal, Nueva York, en la que había nacido el 10 de marzo de 1870, pero es como consecuencia de la lectura de The Zincali de G. Borrow, y de sus viajes a México y Cuba, cuando siente la irrefrenable llamada hispanófila sobre la que, sin saber muy bien por qué, vuelca toda su pasión, tomando la crucial decisión de conocer su cultura y estudiarla personalmente, in situ.

   Su estancia en España le pone en contacto con los personajes más notables, tanto nacionales como extranjeros, con los que además de una fructífera relación profesional y humana, participa y colabora en el conocimiento del rico patrimonio, tanto el conocido como el oculto en yacimientos que le estimulan a proyectar un templo de la cultura hispánica que, según sus propias palabras, ha de tratarse de un museo que ha de abarcar las bellas artes, las artes decorativas y las letras… lo que quiero es ofrecer el compendio de una raza. Con esta idea vital, en 1904 funda la Hispanic Society of America, cuyo primer edificio, situado en Manhattan, lo inaugura en 1908.
   Para lograr sus objetivos, no sólo dispone de  una inmensa fortuna (350 mlls. de dólares), que hereda de su padrastro Collis Potter Huntington, sino que empieza a rodearse de gente comprometida, como don Alejandro PidaL y Mon, que poseía un manuscrito original del Poema del Mio Cid (siglos XII o XIII) que se lo dejó al norteamericano para que los estudiara y lo tradujera al inglés; Pidal y Mon estaba emparentado con el gran historiador y medievalista don Ramón Menéndez Pidal.
   Apenas llegado a España estableció contactos con el investigador anglo francés Jorge Bonsor que había llegado a España en 1879, y comprado por 2.000 pesetas el castillo de Mairena del Alcor (Sevilla) en 1902, que convirtió en museo de los objetos hallados en sus excavaciones en Carmona, los Alcores, Itálica, Baelo Claudia (Bolonia – Cádiz). Huntington estuvo dispuesto a financiar las excavaciones en Doñana con el alemán Adolf Shulten, que había obtenido un resonante éxito en el yacimiento de Numancia, pero en la búsqueda de Tartessos comenzaron a primar criterios enfrentados entre germanófilos y anglófilos, situación que le hizo retirarse del proyecto. Formaban parte también del grupo que se relacionaba con Huntington arqueólogos, como el francés Arthur Engel, con el que trabajó en las excavaciones de Itálica, el belga Louis Siret, cuyos trabajos como ingeniero de minas le permitieron el descubrimiento de los depósitos prehistóricos de El Algar y Los Millares; los españoles José Ramón Mélida, Anticuario de la Real Academia de la Historia, Pericot, García Bellido, Boch Gimpera, el escultor Mariano Benlliure, los pintores Ignacio Zuloaga, Santiago Rusiñol, Madrazo, Ramón Casas, Sorolla que pintó su monumental mural en 14 paneles de 3,5 m. de alto por 70 m. de largo que tituló Visión de España; la inglesa Elena Wishaw, experta en bordados andaluces que realizó excavaciones en Niebla (Huelva), Concha Espina, Emilia Pardo Bazán, María de Maeztu, Alice B. Gould investigadora de los viajes colombinos; la escultora norteamericana miss Gertrude Vanderbilt Wihtney, autora en 1929 del colosal monumento a la Fe Descubridora en Huelva, financiado por la Columbus Memorial Foundation; el duque de Alba, Juan Cabré, el padre Fidel Fita, el francés abate Freuil, Enrique de Aguilera y Gamboa marqués de Cerralbo, don Manuel Pérez de Guzmán y Boza, marqués de Jerez de los Caballeros, al que compró su magnifica biblioteca por medio millón de francos; adquirió también parte de la biblioteca de Canovas del Castillo, trasiego que produjo alarma y la atención de Alfonso XIII que sacó del mecenas yanqui la promesa de respetar el patrimonio bibliográfico español.

   Tuvo relaciones muy sólidas prácticamente con toda la intelectualidad y personas vinculadas directa o directamente con el arte, la ciencia y la investigación: Unamuno, Gregorio Marañón,  Menéndez Pidal, Juan Ramón Jiménez, Falla, Ramón y Cajal, Ortega y Gasset, Benigno de la Vega Inclán y Flaquer que colaboró con el norteamericano en la creación de la Casa del Greco en Toledo, la Casa de Cervantes en Valladolid, y el Museo Romántico en Madrid; el marqués de la Vega Inclán fue también un gran impulsor del turismo, promoviendo la explotación de Paradores Nacionales y construcción de hoteles de la categoría y calidad del Palace de Madrid, o el Alfonso XIII de Sevilla. Con él,  Huntington mantuvo una gran amistad, compartiendo tertulias y mesa en su casa, a las que frecuentemente asistía Alfonso XIII.
   Su pasión hispanista y naturalmente su inmensa fortuna, facilitaron su labor filantrópica, permitiéndole realizar una incansable labor de coleccionista, ya sea de libros, más de 300.000 y unos 250 incunables, varios Beatos, la primera edición de Os Lusiadas de Camoens, etc., además de manuscritos, mapas, cartas de navegación, monedas (unas 53.500), cerámicas, obras de arte ibéricos, fenicios, romanos y árabes, vidrios, marfiles, joyas, mobiliario, tapices, pinturas (Velazquez, Murillo, Goya, Zurbarán, el Greco…), aunque por razones éticas casi todas sus compras las realiza en el extranjero, principalmente en París, entre ellas las colecciones numismáticas de Rafael Cervera y Francisco Codera, los bronces íbero-romanos del académico Antonio Vives Escudero, lo cual es una muestra evidente de que gran parte del tesoro artístico español, prehistórico, antiguo y moderno, había sido objeto de expolio por anticuarios y marchantes extranjeros que encontraban lo que buscaban y adquirían sin que una legislación adecuada pudiera evitar un despojo que comenzó principalmente con la desamortización de Mendizábal de 1836; esta insólita situación se remedió algo con la Ley de 7 de Julio de 1911. La célebre Dama de Elche, descubierta en 1897, fue comprada por el arqueólogo francés Pierre París por 4.000  francos (algo más de 5.000 pesetas al cambio de entonces) y entregada al museo del Louvre. Afortunadamente, en 1941, el Gobierno provisional de Vichy (mariscal Petain) la devolvió a España con otros objetos de gran valor histórico.

   Uno de los tesoros que guarda la  HSA es la colección de más de 176.000 fotografías, en las que se encuentran las tomadas por fotógrafos tan famosos como el francés Jean Laurent, el sevillano Emilio Beauchy, el onubense Calle, el alemán Kurt Hielscher, o las 1.500 regaladas por el marqués de Vega Inclán, pero sobre todo por las alrededor de 15.000 que realizó, por encargo expreso de Huntington, Ruth Matilda Anderson que viajó por todo el país, captando imágenes de las costumbres, tradiciones, indumentaria, bodas, bautizos, folklore, Semana Santa, ferias, corridas de toros, y en general de la vida cotidiana de sus gentes.
   Archer Milton Huntington falleció sin descendencia en 1955 en su granja Stanerigg Farm, en Connecticut, pero dejando una obra portentosa reconocida y premiada: Gran Cruz de Isabel la Católica, Plus Ultra, Alfonso X el Sabio, Comendador de la Orden Civil de Alfonso XII, miembro de las Reales Academias de la Lengua, de la Historia, de Bellas Artes de San Fernando y de Palma de Mallorca, del Ateneo de Madrid, Hijo Adoptivo de la ciudad de Sevilla a la que había donado una estatua ecuestre del Cid y 2 cuadros de Valdés Leal, Doctor Honoris causa de diversas Universidades, etc.

   Estuvo casado dos veces: con su prima  Helen Gates Criss, de la que se divorció muy pronto, y con la escultora Anna Vaughn Hyatt, destacando entre sus obras las estatuas ecuestres del Cid de las que hay cinco, en Nueva York, San Diego, San Francisco, Buenos Aires y la de Sevilla, situada en una céntrica avenida, cerca de la Universidad.



viernes, 11 de abril de 2014

LOS ESTATUTOS DE LIMPIEZA DE SANGRE



En enero de 1449, Pedro Sarmiento, alcalde mayor de Toledo, encabeza una rebelión contra el condestable don Álvaro de Luna, valido de Juan II de Castilla, por la exacción extraordinaria de un millón de maravedís que impone a la ciudad como ayuda a soportar los gastos de la guerra con Aragón. El propio rey se dirige a Toledo donde es rechazado por Sarmiento que además pregona su adhesión al príncipe don Enrique, después Enrique IV, enemigo declarado del favorito de su padre. Los amotinados culpan al converso Alonso Cota de ser el creador del impuesto, que por supuesto repercutirá en su beneficio y en el de la comunidad judeo-cristiana, considerada inadaptada y hereje. La masa, conducida por el edil, se dirige a la casa de Cota que asaltan, saquean e incendian, y la barbarie se extiende a las casas de los conversos principalmente las del barrio de la Magdalena. Los judíos tratan de defenderse, y bajo el mando de Juan de Cibdad se enfrentan a los alborotadores, pero son masacrados y su jefe con otros seguidores ajusticiados en la plaza de Zocodover colgándolos de los talones.

  Es la victoria de un conflicto que comienza por motivos fiscales evolucionando a políticos, para convertirse también en un problema racial y de fe que demanda una resolución contundente y rigurosa. Con esta idea, Sarmiento y sus leales, entre ellos los canónigos de la catedral, Juan Alfonso y Pero López Gálvez, sin la autorización del Arzobispo, y el bachiller Marcos García de Mora, conocido como Marquillos, líder intelectual de la revuelta que se cree iluminado por el Espíritu Santo, se reúnen en el Ayuntamiento con alcaldes, alguaciles, caballeros y escuderos, común y pueblo, donde promulgan la Sentencia-Estatuto, atendiendo el bien universal de la ciudad, e de los privilegios, exempciones y libertades a ella dados e otorgados… los conversos del linage de los judíos no pueden haber oficios ni beneficios públicos ni privados, interdicción de ámbito general, pero especialmente dirigida a una serie de personas concretas, advertidas de que la infracción de la Sentencia les acarrearía graves consecuencias penales: López Fernández Cota; Gonzalo Rodríguez de San Pedro; el bachiller Juan Núñez y sus hermanos Pedro y Diego; Juan López del Arroyo; Juan González de Illescas; Pero Ortiz; Diego Ramírez; Diego Martínez de Herrera; Juan Fernández Cota, Diego González Jarada y su hijo Pero:

cada uno de ellos, por ende, los declaramos ser privados e los privamos de cualquier escribanías, e otros oficios e beneficios que tengan e hayan tenido en esta ciudad y en su término y jurisdicción. Y mandamos a los dichos conversos que viven e moran en ella y en la dicha su tierra, término y jurisdicción y propios, que de aquí en adelante no den fe ni usen de los dichos oficios pública ni escondidamente directe ni indirecte, especialmente de las dichas escribanías públicas y de la exención y exenciones de ellas, so pena de muerte e de confiscación de todos sus bienes  para los muros de la dicha ciudad y república de ella.

   Sofocada la revuelta, a Sarmiento se le permitió la salida de Toledo con todo sus bienes, incluso los robados y fruto del pillaje, necesitando más de doscientas acémilas cargadas con el botín de sus tropelías, oro, plata, tapicerías, brocados, muebles, etc., todo por un valor de más de treinta  millones de maravedís, pero Juan II, en las Cortes de Zamora convocadas en 1451, le acusa de traición:

Oida por por todos la razon que el rei les habia dicho, el doctor Alonso Garcia Cherino, su juez mayor de Vizcaya, en nombre de los caballeros é perlados que alli estaban dijo que por derecho y guardando nuestras conciencias, V.A. lo debe condenar a muerte y a perdimiento de todos sus bienes.
  
   Pero la Sentencia-Estatuto había abierto la vieja herida de la intolerancia antisemita que en repetidos periodos de la historia se había manifestado, prácticamente en toda Europa, y en Castilla aún estaba presente el progrom provocado en 1391 por Fernán Martínez, el arcediano de Ecija, que con sus violentas prédicas atizó el odio del pueblo contra la comunidad hebrea arrasando la judería a sangre y fuego, causando, según algunos cronistas, más de cuatro mil muertos sin que se respetaran mujeres, niños y ancianos. Desgraciadamente, los hechos posteriores demostraron que aquella fobia no sólo era sevillana, sino que inflamó el resto de las aljamas del reino, Cuenca, Toledo, Madrid, Córdoba, Ciudad Real… El miedo, la ocasión de ascender en la escala social y las polémicas predicaciones del dominico Vicente Ferrer, produjeron una masiva conversión de judíos, se especula alrededor de 35.000, y de moros unos 8.000, lo que, en definitiva, no hizo más que aumentar las distancias entre cristianos viejos o puros y cristianos nuevos o marranos. Sin duda, los disturbios de 1391 influyeron en la conversión del rabino de Burgos Salomón Ha Leví, cristianado como Pablo de Santa María, que llegó a ser obispo de su ciudad. Erasmo de Rotterdam llegó a decir, en España apenas hay cristianos.
   En Castilla, y en Aragón (el asesinato del inquisidor Pedro de Arbués en 1485 reclamó justicia severa contra los conversos aragoneses: los Santángel, los Caballería y otros que fueron apresados y ejecutados; los proverbios más corrientes en boca del pueblo eran: en judío no hay amigo; no te fíes del judío converso, ni de su hijo, ni de su nieto; judío o mujer que jura, malicia segura… son factores, entre mil más, que alimentan el Edicto de Expulsión dictado por los Reyes Católicos el 31 de marzo de 1492:

… después de muchísima deliberación se acordó en dictar que todos los judíos y judías deben abandonar nuestros reinados y que no sea permitido nunca regresar…

   Todas estas medidas, extremas y reivindicativas, justifican el establecimiento, con matices según cada caso, de la Sentencia-Estatuto de 1449 en la mayoría de las instituciones del reino, religiosas,  judiciales, militares, universitarias, administrativas, etc., convirtiéndose en el gozne que abre la legalidad de la intolerancia y la humillante estigmatización de conversos, moros, herejes y gentes de mala raza: el Colegio Mayor de San Bartolomé (Salamanca) en 1482. Los Colegios de Santa Cruz y San Ildefonso (Valladolid), el primero en 1488 y el segundo rn 1516. El Monasterio de Santo Tomás (Ávila) en 1496. Los Cabildos de las catedrales, de Badajoz en 1511, de Sevilla en 1516, de Toledo,  propuesto por el cardenal Juan Martínez Guijarro Siliceo, en 1547. La Orden de los dominicos en 1489, de los jerónimos en 1493 y de los franciscanos en 1525. También introdujeron Estatutos de Limpieza de Sangre las Ordenes Militares de Santiago, Calatrava y Alcántara, en las fundaciones de Mayorazgos y debían presentar los pasajeros que deseaban trasladarse a las Indias,

   La limpieza de sangre se identifica con la nobleza, y es requisito necesario e imprescindible para el ingreso en academias militares, como en la Real Compañía de Caballeros Guardiamarinas, fundada en 1717 por el Intendente General de la Armada y Secretario del Despacho de Marina don José Patiño, que exigió a los aspirantes pruebas de Nobleza, de Legitimidad (ser hijo legitimo de matrimonio legitimo), ser Católico, Limpieza de Sangre (no tener sangre de moro, judío, converso, de penado por la Inquisición, villano, etc.), Limpieza de Oficios (no haber ejercido oficios viles o baxos ni mecánicos, carpinteros, barberos, zapateros, etc.). Pero son muchas, y cada vez más, las voces autorizadas que proclaman que nuestra España, por la  misericordia divina, está expurgada de judíos, moros y hereges, que con el paso del tiempo están integrados en la sociedad y han asimilado los valores y formas de vida y comportamientos culturales de los cristianos viejos. Con este sentimiento general, el 16 de mayo de 1865, reinando Isabel II, se suprimen definitivamente las pruebas de limpieza, que  sólo subsistían en los Colegios Militares:

Articulo único: Quedan suprimidas las informaciones de Limpieza de sangre que todavía se exigen a determinadas clases y personas, ya para contraer matrimonio, como para ingresar en algunas de las carreras del Estado.
   Por tanto:
Mandamos á todos los Tribunales, Justicias, Jefes, Gobernadores y demás Autoridades, así civiles como militares y eclesiásticas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente ley en todas sus partes.